lunes, 1 de febrero de 2010

Bosque adentro


Enciende la luz, ponte en pie, abre los ojos, levanta las persianas, apaga el pensamiento, aviva tu alma.
Agárrate fuerte a mi brazo, dame la mano. No dejes que el destello te haga daño...
Perdámonos en las malezas, en las flores que siembran el camino.
En las sombras de los árboles que camuflan mi desatino...
Piérdete en el requiebro que sale de mi lengua malsana,
en las palabras que dejo volar para que lleguen a tu almohada.
Permite a los colores embelesar tus sentidos...
No te dejes llevar por el ruido.
Guarda su silencio, el breve cantar de los pájaros que se expande en el viento...

Y cuando el resplandor se esconda,
y la ocuridad te acoja
con su frío hielo de altas horas,
te ofreceré mi más hondo fuego...





en algunos paseos entre el caer de las hojas buscas sin saber
y uno logra encontrarse consigo mismo,

y, a veces, sin darte cuenta, descubres que llevas a alguien al lado...

1 comentario:

Unknown dijo...

Me encanta, nada más.