domingo, 23 de mayo de 2010

Las flores de la vida


Nunca creí en la magia, perdí la ilusión, toda esperanza.
Quise alejarme del mundo, no oír mas esos ruidos
que eran sinfonías tristes extraídas de antiguas melodías.
Pero de pronto una luz invadió mis sentidos,
haciendo crecer una inesperada flor en mi camino.
Al haber llevado tiempo viendo no más que pobres helechos,
la marchitó el miedo.
Corrí por un sendero escurridizo, hasta esconderme a meditar
en la sombra de un bosque de pinos.
Una noche, de madrugada, a una hora que no recuerdo ya,
decidí buscarla.
Seguí una senda, guiándome únicamente por el avance de mis pies,
y para mi sorpresa, la encontré.
Falta de pétalos, y con diferente aspecto, la arranqué .
Me la llevé para plantarla en mi jardín,
lejos del frío de montaña, más próxima a mí.
Donde la lluvia no la alcance,
que las nubes me empapen si es que quieren salir.
Ahora la riego y la cuido...

Me gusta estar contigo,
y es que te siento no al lado, si no en mí.

1 comentario:

martiius_azuLasaltamontino dijo...

no quiero que nunca me digas algo que realmento no piensas vale?

sabes que te quiero,
de verdad


te quiero