A veces, inconscientemente, somos nosotros mismos quienes nos ponemos esa barrera que no nos deja mirar al futuro, porque se está muy cómodo mirando al pasado, aunque duela.
Pensamos que es mejor mirar un pasado ya trazado, que un futuro colmado por la incertidumbre.
Y nos equivocamos
(y nos herimos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario