domingo, 25 de octubre de 2009
24
El leve brillo de sus ojos y los gestos nerviosos que manifestaba, me ataban a aquel banco, sin embargo, su actitud y sus palabras desanimaban cualquier ilusa esperanza que pudiera habitar en mí. Los labios, mas de una vez, proyectaban silencio que se prolongaba en el tiempo. Habías tantas cosas de que hablar, y en cambio, no sabía muy bien por donde empezar. Un cúmulo de ideas desordenadas que no encontraban su armonía me revolvían la mente. Incluso la luna decidió esconderse para no interponerse al sentimiento; que exploraba buscando el momento de salir, al no hallar éste el segundo perfecto decidió intervenir sin saber qué le iba a ocurrir. Quizás fuera despreciado, o todo lo contrario. Lo que esperaba con aquellas palabras era dejar claro el lugar que ocupa en la estantería de mi vida. Y que aunque esté estropeada la pantalla que muestra lo que fluye en mis entrañas, algún día dejarán de estar paralizadas, exteriormente hablando, claro.
Dime, si no es en el alma, el lugar que ocupas para hacer brillar mis ojos que permanecen completamente secos 362 días al año.
lunes, 19 de octubre de 2009
conversación internauta
F - Cuando quedamos desnudos, absolutamente perdidos y descontrolados, nos reducimos a siluetas, a esquemas de comportamiento. Y entonces, no somos ellos... Somos los Otros.
S - ¿Y quiénes son los otros? ¿Acaso son peores que nosotros mismos?
S - ¿Y quiénes son los otros? ¿Acaso son peores que nosotros mismos?
sábado, 10 de octubre de 2009
la tecnología traiciona
Aprendí que los recuerdos no se sostienen en soportes electrónicos; ni móviles, ni ordenadores, que el día que se estropean o se pierden desaparecen, haciendo creer a la persona que los poseía que nunca existieron. Aprendí que la verdadera memoria, la más difícil de perder, es la de la experiencia, la de los hechos. Decir te quiero a través de una pantalla se olvida, sin embargo, cara a cara se queda guardado en el alma. Y así quedaron atrás sentimientos y confesiones poco reales. Perdí el lazo que me ataba al pasado, a un pasado virtual.
La realidad siempre estará por encima de la tecnología, mientras tengas boca y puedas usarla; empléala, no seas tan cobarde de expresarte, de vivir, a través de unas teclas...
La realidad siempre estará por encima de la tecnología, mientras tengas boca y puedas usarla; empléala, no seas tan cobarde de expresarte, de vivir, a través de unas teclas...
lunes, 5 de octubre de 2009
- No creo que estés muy enamorada
- Hombre, yo nunca dije eso, simplemente... un poco
¿Un poco enamorada?¿No mucho? Si hay algo que no tiene niveles es el estar enamorado, o se está, o no se está, pero no hay un nivel intermedio, una medida razonable, una mitad en la que sobreguardarse de los dos extremos, no hay varios tipos de enamoramiento, solo uno, el que te agranda el alma, te corta la respiración cuando te cruzas con su ser, acelerando los latidos de tu corazón como si de una maratón, o incluso del fin del mundo, se tratase. Se adueña de todos tus pensamientos, dejando su huella en cada uno de ellos, por pequeña que sea. Y sin darte cuenta, poco a poco, terminas esposándote a su vida, a donde quiera que vaya le seguirás, ya ni siquiera eres dueño de tí mismo, pero te encanta, la increíble sensación de querer, valorar, y perseguir una vida que no es la tuya con infinito vuelco, sin importar el futuro, sin importar nada en absoluto, solo esa persona, y saber que querrás estar a su lado siempre, sin dudarlo un dichoso instante. Eso señores, es estar enamorado, ¿alguna vez lo han sentido? Si es así sabrán que no hay lugar para la razón, y por tanto, no hay lugar para marcar limitaciones, porque dentro de esa locura todo es igual, todo es él/o ella, y no importa que tus sentimientos vayan creciendo, para tí siempre han sido inmensos, estás loco de amor, no percibes el tiempo, ni la cantidad, solo percibes la pasión...
- Hombre, yo nunca dije eso, simplemente... un poco
¿Un poco enamorada?¿No mucho? Si hay algo que no tiene niveles es el estar enamorado, o se está, o no se está, pero no hay un nivel intermedio, una medida razonable, una mitad en la que sobreguardarse de los dos extremos, no hay varios tipos de enamoramiento, solo uno, el que te agranda el alma, te corta la respiración cuando te cruzas con su ser, acelerando los latidos de tu corazón como si de una maratón, o incluso del fin del mundo, se tratase. Se adueña de todos tus pensamientos, dejando su huella en cada uno de ellos, por pequeña que sea. Y sin darte cuenta, poco a poco, terminas esposándote a su vida, a donde quiera que vaya le seguirás, ya ni siquiera eres dueño de tí mismo, pero te encanta, la increíble sensación de querer, valorar, y perseguir una vida que no es la tuya con infinito vuelco, sin importar el futuro, sin importar nada en absoluto, solo esa persona, y saber que querrás estar a su lado siempre, sin dudarlo un dichoso instante. Eso señores, es estar enamorado, ¿alguna vez lo han sentido? Si es así sabrán que no hay lugar para la razón, y por tanto, no hay lugar para marcar limitaciones, porque dentro de esa locura todo es igual, todo es él/o ella, y no importa que tus sentimientos vayan creciendo, para tí siempre han sido inmensos, estás loco de amor, no percibes el tiempo, ni la cantidad, solo percibes la pasión...
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