jueves, 7 de abril de 2011

Escribo en telarañas de tiempo,
en una espiral de sentimiento que se inunda en días de lluvia.
Vivo en el camino que lleva a tu casa, y muero en la pausa que no me deja avanzar.
Miro a través de un cristal rasgado por el temporal, a menudo sucio.
Invento nuevas formas de observar, otras ventanas con nuevas vistas que admirar, pero todas terminan dando a un patio cerrado sin salida.
Leo versos en paisajes y en miradas, pero no me detengo, sólo quiero progresar y llegar a no se bien donde, sólo deseo que haya un mar donde ahogar mis dudas y nadar hasta el abismo de la realidad.

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