sábado, 6 de septiembre de 2008




La iglesia crece dentro de su hipocresía.

Padre nuestro, de todos nosotros, de los pobres, de los sin techo, de los marginados y de los desprotegidos, de los desheredados y de los dueños de la miseria, de los que te siguen y de los que en ti, ya no creemos. Baja de los cielos, pues aquí esta el infierno, Baja de tu trono pues aqui hay guerras, hambre, injusticias. No hace falta que seas uno y trino, Con uno solo que tenga ganas de ayudar, nos bastaria. ¿Cual es tu reino? ¿El vaticano? ¿la banca? ¿la alta politica? Nuestro reino es Nigeria, Etiopia, Colombia, Hiroshima. El pan nuestro de cada día son las violaciones, la violencia del género, la pederastia, las dictaduras, el cambio climático. En la tentación caigo a diario, No hay mañana en la que no este tentado de crear a un Dios humilde, justo. Un dios que este en la Tierra, en los valles, los ríos, un Dios que viva en la lluvia, que viaje a traves del viento y acaricia nuestra alma. Un Dios de los tristes, de los homosexuales. Un Dios mas humano.... Un Dios que no castigue, que enseñe. Un Dios que no amenaze, que proteja. Que si me caigo, me levante. Que si me pierdo, me tienda su mano. Un Dios que si yerro, no me culpe. Y que si dudo, me entienda. Pues para eso me doto de inteligencia, para dudar de todo. Padre nuestro, de todos nosotros, ¿porque nos has olvidado? Padre nuestro, ciego, sordo y desocupado, ¿porque nos has abandonado?


¿Dónde está tu Dios cuando el hambre arrasa naciones enteras?
¿Dónde está tu Dios cuando hay guerra?
Quizá tu Dios sólo viva en ti... quizá seas .
Piénsalo...

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