sábado, 6 de septiembre de 2008

sueños...

Cae la noche. Los rayos de Sol parecen sumergirse entre las nubes y desaparecen. La luz se rompe y apaga el día. El azul sufre una metamorfosis dejando negro el horizonte. Se abre un nuevo telón recubierto de estrellas. Cada una de ellas desprende un suave aroma que al unirse, se convierten en canción de melancolía para unos, y de dulce locura para otros. También desprenden un viento labrado con palabras, lugares, escenas, personas... que hacen volar la imaginación de hasta la más sólida mente. Y es entonces cuando un nuevo mundo envuelve nuestra vida. Nos hace sentirnos en el paraíso, o en el más cálido infierno. Nos hace perder la noción de realidad o ficción. Nos hace sentirnos genial, o incluso sudar. En el mundo de los sueños no existen leyes ni jueces. No hay impuestos ni salarios. Y sin embargo, a todos nos resulta grato menester el echarnos a dormir tras una dura jornada. ¿Será entonces la vida un sueño, y los sueños vida?

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